domingo, 23 de octubre de 2022

Tengo que vender mi poesía

 Dale que con el adelanto jubilatorio la prejubilada quiere ser poeta y llegar a fin de mes.


$2000 con señalador artesanal, firmado y bolsita de crochet de manos de poeta misma.




Liberada de los horarios, ¿cómo vivir el tiempo?

 Ya no me levanto a la mañana

a llevar críes propies y ajenes a la escuela.

Ya no voy yo misma

a ninguna escuela. Mis talleres

tienen horarios flexibles y modificables.

Ya no como

ni cocino cuatro ni tres y a veces seis

veces al día cuando se me canta

un tomate, una lechuga, un yogurt.


Pero todavía no logro

vivir en el vacío sin marcas

de ritmo y repeticiones

tranquilizadoras.


Entonces, por ahora, mi tiempo

se divide entre el momento en que algunes

de mis seres querides escapan

fuera de mi radio de control,

el momento en que vuelven y alivio

o no vuelven y maquinaria de olvido en acción

para no ser cargosa.

El cierre, el reinicio y/o paz

está marcado por un horario inestable en el que creo

que ya nadie abrirá ni cerrará las puertas

y puedo convencerme de que todes

estamos adentro.



(Escrito recién, acá, sin borrador, a vuelo de pájaro irresponsable y poco profesional)


lunes, 17 de octubre de 2022

Me preocupo por cualquier wevada

 Me preocupo por cualquier wevada: por ejemplo:

me preocupo porque mijita

tiene que ir al profesorado con mi auto.

Y no sé si podrá

sacarlo del garage,

y no sé si el auto

andará bien y la policía

no le pedirá los papeles

que no tenemos.

Después me voy una semana a Jujuy y cuando vuelvo

mijita anduvo lo más bien con el auto.

Y otro día vuelvo a preocuparme por lo mismo

y mijita decide no ir al profesorado.

Y yo estuve al pedo re angustiada

y ni en pedo se lo digo a ella porque qué densa

la madre que se preocupa al pedo por todo.



Inédito (De alguno de los libros que estoy escribiendo o de uno nuevo que se llame "Poemas que no deben ser dichos")