Dale que con el adelanto jubilatorio la prejubilada quiere ser poeta y llegar a fin de mes.
$2000 con señalador artesanal, firmado y bolsita de crochet de manos de poeta misma.
Dale que con el adelanto jubilatorio la prejubilada quiere ser poeta y llegar a fin de mes.
$2000 con señalador artesanal, firmado y bolsita de crochet de manos de poeta misma.
Ya no me levanto a la mañana
a llevar críes propies y ajenes a la escuela.
Ya no voy yo misma
a ninguna escuela. Mis talleres
tienen horarios flexibles y modificables.
Ya no como
ni cocino cuatro ni tres y a veces seis
veces al día cuando se me canta
un tomate, una lechuga, un yogurt.
Pero todavía no logro
vivir en el vacío sin marcas
de ritmo y repeticiones
tranquilizadoras.
Entonces, por ahora, mi tiempo
se divide entre el momento en que algunes
de mis seres querides escapan
fuera de mi radio de control,
el momento en que vuelven y alivio
o no vuelven y maquinaria de olvido en acción
para no ser cargosa.
El cierre, el reinicio y/o paz
está marcado por un horario inestable en el que creo
que ya nadie abrirá ni cerrará las puertas
y puedo convencerme de que todes
estamos adentro.
(Escrito recién, acá, sin borrador, a vuelo de pájaro irresponsable y poco profesional)
Me preocupo por cualquier wevada: por ejemplo:
me preocupo porque mijita
tiene que ir al profesorado con mi auto.
Y no sé si podrá
sacarlo del garage,
y no sé si el auto
andará bien y la policía
no le pedirá los papeles
que no tenemos.
Después me voy una semana a Jujuy y cuando vuelvo
mijita anduvo lo más bien con el auto.
Y otro día vuelvo a preocuparme por lo mismo
y mijita decide no ir al profesorado.
Y yo estuve al pedo re angustiada
y ni en pedo se lo digo a ella porque qué densa
la madre que se preocupa al pedo por todo.
Inédito (De alguno de los libros que estoy escribiendo o de uno nuevo que se llame "Poemas que no deben ser dichos")