sábado, 27 de noviembre de 2021

Encender el fuego

 Encender el fuego



No es una tarea puntual. Requiere

acumulación de materiales, limpieza

del espacio, aire, soplo, llama.

Descubrirlo me llevó

50 inviernos. Una salamandra

llegó a mi comedor para decirme

la necesidad de rejuntar palitos, hojitas

durante todo el año.


Odio el invierno, decía

yo cuando era chica.

Sólo me gustan

las bufandas y el chocolate,

decía yo cuando era joven.

Ahora

voy por la vereda en pleno noviembre

levantando, embolsando

cascaritas de jacarandá, ramitas

de fresco, pelitos

de palmera.

Tengo un leñero especial (debajo de la biblioteca)

para los troncos de pino y de quebracho,

un canasto para los cartones, otro

para las hojas de níspero

tan ardidoras. Los papeles

viejos, los envoltorios de colores

se acumulan contra la pared, colecciones

de próximas chispas.


Pienso en una de mis vocaciones iniciales:

Ser la vieja de los cuentos

que camina por el bosque

con un atado de leña sobre

las espaldas encorvadas.

Pienso

en la fábula estúpida y dicotómica de la cigarra y la hormiga

mientras acumulo cantando.





Paula Irupé Salmoiraghi

Para Vasalissa Encuadernación

La vieja feminista que se volvió poeta conceptual

 Inicio de poemario para Teoría y estudios literarios feministas: 10 de nota final.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Carpincha y yaguareté

 Carpincha y yaguareté


Poemas que pinchan, reconquistan humedales, tienen la piel manchada y rugen en guaraní




POEMA 1



Hoy decidí que me va bien.

Y que eso está muy bien.

Muy muy bien.

Porque me lo merezco

porque me rompí el lomo toda la vida

porque fui buena

y mala pero con culpa

porque fui linda

y fea pero depilada

porque fui madre esposa hija hermana amiga

regularcita según por dónde se mire

pero mis hijes me aman.


Porque sigo y sigo dando explicaciones

pidiendo disculpas

autoexplicándome cuando todo

debería empezar y terminar

en el primer

verso de este primer

poema.





POEMA 2



Ahora tengo conciencia de mi cuerpa peluda y gordita.

Mi cuerpa carpincha y desaliñada,

torpe al andar pero de mirada

inteligente

colita rabona y pancita

llena de mate amargo.


Ahora tengo conciencia de mi cuerpa manchada y rugidora.

Mi cuerpa yaguareté y felina

ágil al esconderse pero vistosa entre lo verde

leonina y leonada aunque ariana

amerindia y sutil

llena de perspectivismo

y conciencia multiespecie.