viernes, 9 de septiembre de 2022

El correlato objetivo

 No buscar, no crear, me ordeno,

ningún correlato objetivo 

para exorcizar mi miedo.

Decirlo claramente, en cambio

con sencillez:

tengo miedo de que los perros salgan a la calle.


No me interesa

ni tu opinión

ni la mía

al respecto.


Si los perros no salieran, ¿ya no tendría yo miedo de nada?




Inédito. Calentito. De hoy II.

El motor de esta casa

 El motor de esta casa arranca solo.

Porque tiene automático y se vacía

el tanque de agua por la mitad apenas

provocando el inicio ruidoso y sorprendente

del giro de la correa y la subida y bajada

del pistón.


En la otra casa era yo

la que decidía cuándo

hacía falta poner en acción la maquinaria.

Me molestaba quedarme sin agua o

que rebalse si me olvidaba de apagarlo.

Ahora

perdí el control y la obligación,

gané el miedo y la sorpresa.

jueves, 8 de septiembre de 2022

Tesoros hallados en mi propia casa

 Es un Libro de Inspecciones de embarcaciones. La primer hoja tiene informe de la embarcación correspondiente llamada Atalaya (nombre que se repite con letra torpe en el lomo de las hojas). Ya lo tenía hace unos años en casa, proveniente de desguace de casa de calle Montevideo. Debía ser de mi viejo pero la letra de las primeras hojas navieras no es de él. Mi mamá usó después unas hojas para apuntes de estudio docente. Sonreía ante su letra y su modo, igual al mío, de anotar medio haceindo cuadros. Pero las arranqué para que docencia 2003 no contamine navegación 1968 y mi nuevo libro de poemas de bruja con dibujos de herboristería y ya voy a juntar hojitas y pétalos de macumba y brujería cuando pare de llover.












lunes, 5 de septiembre de 2022

Brujeria

 Hoy en mí cabeza, viendo serie "Tú no.eres especial", mañana ya en cuaderno cargado de hojas y pétalos: empecé a escribir "Cuadernos de la bruja".

¿O mejor título: Los cuadernos de Petra"?

sábado, 3 de septiembre de 2022

Huérfana gótica mesopotámica

 Leo a Juanele Ortiz para intentar

definir el gótico mesopotámico de Mariana Enríquez.


Me siento poeta y monstruosa,

desgajada y rebrotando,

trasplantada e híbrida

de bruja gualichera

y niña perdida.


Si trato de identificar qué necesitaría

en este momento exactamente,

deseo hablar con los muertos, traer

a mi papá y a mi mamá a ver mi casa nueva.

Aunque le vieran, como siempre, todos los defectos,

me harían sentir bien. Mi  papá

pondría clavitos en las paredes y mi mamá

me recordaría lo al pedo

que junto papeles y libros viejos.



Inédito. De (quizás) algo titulado La vieja del agua.