lunes, 6 de octubre de 2025

Dos poemas nuevos-viejos para Teresita Ibáñez

Otro libro



Anoche soñé que mi mamá me decía: 

"¿Vos estás por sacar otro libro?"

 Usaba el mismo tono de reproche,

forma sintáctica amenazadora con que, 

hace 25 años, me dijo: 

"¿Vos estás embarazada otra vez?" 


No me mirarme la panza en esta ocasión, 

pero aclaraba: 

"Me enteré por las redes sociales". 


Y yo, 

como disculpas, 

le decía: 

"Sí, te lo iba a mostrar cuando estuviera listo."


En el sueño no se sabía 

si ella estaba viva para estas fechas 

o si hay redes sociales donde les muertes 

participan activamente.




La explicación realista



Anoche soñé que estaba en mi casa 

(una casa mía que no era ésta) 

y entraba una nube de humo 

espeso, gris, gordo, 

que desplazaba y carcomía 

todo a su paso. 


Mis hijos e hija corrían 

y salíamos de la habitación en la que estábamos 

(la mía). 


Yo pensaba en salvar mis libros, 

lloraba porque no podía 

llevármelos para que el pegote ése 

no los deshiciera, 

pensaba 

en salvar mis ediciones del Quijote y de

El señor de los anillos. 

No podía, 

salía 

y cerraba la puerta detrás de mí.


Con el cuco encerrado, 

llamaba a mi hermana. 

Mi hermana le avisaba a mi mamá 

que yo estaba en problemas y mi vieja, 

que estaba normalmente viva y normalmente 

dispuesta a ayudar con algo de crítica destructiva, 

venía y, con mucha decisión operativa, 

abría la puerta de mi pieza 

Para ver qué había pasado.


Yo pensaba si iba a creer 

en la explicación fantástica 

(hay un monstruo en mi pieza) 

y cuando entráramos 

todo sería una masacre, 

o en la explicación racional 

(algo estaba roto y se arreglaría). 

Tenía en la cabeza 

la teoría de los dos finales posibles 

del cuento fantástico. Mi vieja, no. 


Entonces veía

que mis libros estaban todos ahí, 

intactos, 

rodeados de un poco de humito.


En escena aparte, 

el electricista me decía, 

delante de la mirada reprobatoria de mi vieja 

y de una amiga nueva 

que hice la semana pasada en el gym, 

que no tengo que poner tantos enchufes 

en el mismo toma corriente, 

que tengo que limpiar más seguido 

porque la mugre había producido 

un cortocirtuito. 


Mi amiga nueva me decía 

que tengo que trabajar menos, 

trabajar menos, 

trabajar menos... 

Y yo me preguntaba cómo, cómo, cómo... 


Poesía y ciencia-ficción en Biblioteca popular Ansible, Café Artigas
























 

Orgullo torta y poesía