Ese día volví a casa y, cosa inédita, no tenía ningún problema,ninguna angustia, miedo por nada ni por nadie: había cantado, había escuchado poesía y leído mis nuevos poemas, había barrido el piso de madera de esa casona y abrazado a los amigos y amigas. Todo magnífico.
Fotos de Karina Giglio
No hay comentarios:
Publicar un comentario