domingo, 3 de enero de 2021
No es autobombo, es que me sorprendo yo misma
Debo anunciar dos cosas extrañas:
1. En la entrada anterior podeis ver el primero de los poemas que están surgiendo como hongos (antes usé imagen más esforzada de yo como enanito minero extrayéndolos de la roca) de la lectura de Simone. Hoy empecé a pasarlos de cuaderno a mano hacia el Drive.
2. Hoy, por primera vez desde que decidí incluir poemas en mi novela de la tía Inés (tantos años de lucha y postergación), los poemas han surgido "dentro" de la novela. Dos. En medio de la escritura de un capítulo, me pintaron en verso e independientes pero atados, unides pero brillando con brillos únicos.
A la mañana me sentaba
L'île sans fleuve: Simone de Beauvoir à la páge 50 de La force de l'âge
Le matin
je m'asseyais avec un livre
dans une espèce d´íle
couverte de broussailles
qu'on gagnait facilement
sans se mouiller les pieds
car le fleuve
était presque à sec.
No es lo mismo que decir:
A la mañana, me sentaba
con un libro en una especie
de isla cubierta de maleza
a la que se llegaba fácilmente
sin mojarse los pies porque el río
estaba casi seco.
Que ce n'est pas la même chose que dire:
Cuando dejaba de torrar
llevaba mi culo pesado
a leer en un montón de yuyos
que hubiera sido una isla
si el río tuviera agua
en vez de ser esa zanja resquebrajada
que cruzamos a zancadas y en patas.
Ou meme encore:
Suit moi dans l´île
oú je me mets à lire
cuando j'en ai besoin
et je ne pense qu´a toi,
mon courant d´eau invisible.
(Pedir traducción a la autora
que la susurrará en tu oído incluso
si elle est morte ou lointaine)