Tengo una amiga que se autotitula mi biógrafa y a veces me pesco a mí misma pensando cómo podría ser contado ese episodio de mi vida cotidiana en una enciclopedia de la poesía, de la literatura o de las locas de atar más famosas.
Me olvido de que es necesario escribir y emprolijar la obra antes de que sea interesante tu vida. ¿O no? También puedo hacer la gran Kafka y confiar en los amigos que contradigan mis voluntades. Pero pensarme muerta no es divertido así que mejor hacer la tarea en vida y personalemente.
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